Psicología de la infidelidad



Las mujeres dicen que los hombres son infieles por naturaleza,
y los hombres dicen que las mujeres son aún peor…

En Europa los estudios dicen que entre el 30% y el 45% de las parejas estables es infiel, y que los hombres españoles se llevan el premio en cuanto a número y variedad de infidelidades.
¿Que nos ocurre? ¿Porqué disfrutamos del sexo y el erotismo con una nueva persona y no con la persona con la que hemos decidido compartir nuestra vida?
Como Psicóloga con experiencia dando soporte a personas en situaciones difíciles, y como mujer (a veces infiel y a veces cornuda) voy a exponer, lo que según mi humilde opinión, podría describir la psicología de la infidelidad.

Definición:
Hablamos de infidelidad cuando en una pareja estable uno o ambos mantiene contactos sexuales y ataduras emocionales por corto o largo tiempo con otra persona. Estas actividades ocurren a escondidas, sin consentimiento de su pareja.
La infidelidad supone una vulneración del acuerdo de exclusividad (monogamia) de quienes integran una pareja. Respetar el proyecto compartido, no mentir ni ocultar y, sobre todo, no mantener relaciones sexuales con otras personas a parte de la que se ha escogido como pareja son los mandamientos para la fidelidad.

CATEGORIAS DE INFIDELIDAD

Puntual con desconocido: “una canita al aire” haces algo sin pensar, no premeditado, y probablemente con más alcohol de la cuenta. Búsqueda de diversión, jugar con el peligro, excitación sexual mezclada con alcohol u otras substancias, personalidad narcisista, demostrarse a uno mismo que aún puede atraer a otras personas, curiosidad… si no ocurre continuamente, es algo muy habitual que según las estadísticas en Europa ocurre en más del 70% de las parejas.

Reencuentro: son canitas al aire con ex parejas o con amigos que hace mucho tiempo que no ves. Podría ser algo premeditado, planeado en el tiempo, o simplemente una coincidencia. Hay una atracción, algo no resuelto entre esos amigos o ex parejas que de alguna manera se tiene que resolver en sexo. Ocurre una vez y se cierra el capítulo. No tengo datos estadísticos al respecto, pero lo podríamos incluir en el grupo de las infidelidades puntuales.

Aventura: cuando alguien es infiel de manera prolongada y con numerosos encuentros con la misma persona. No solamente se trata de algo físico, en este caso hay muchas emociones ligadas a la aventura. No se deja a la pareja ni al amante porque estamos compensando algo que nos falta, se convierte en una adicción, y se termina cuando la aventura es descubierta y/o cuando la pareja o el amante quieren que elijas por uno de los dos. Ocurre muchísimo, y por eso hemos creado este blog.

Doble vida: cuando la persona que ha iniciado una aventura decide que no puede dejar al amante, entonces tiene que buscar la manera de conseguir mantener a los dos. Lo llamamos doble vida porque esta situación se mantiene durante muchísimo tiempo. Probablemente ni el amante ni la pareja sabe de la otra relación.


Todos estos tipos de infidelidades pueden darse de manera única o múltiples veces. Según la personalidad y la situación de cada uno se podrá valorar si es un/a infiel por naturaleza, inmaduro/a, muy enamoradizo/a, padece el síndrome de Casanova, adicción al sexo, otras patologías…


  
La monotonía, una escasa y nada atrayente pasión sexual,
descubrir nuevas sensaciones o sentirse deseado son
algunas de las razones que esgrimen los expertos como la causa
de la mayor parte de las infidelidades que se producen.
CAUSAS:
¿Porqué algún componente de la pareja necesita una persona nueva para sentirse feliz? Vamos a hablar de este punto en detalle.

Las aventuras son una de las razones principales por las que una pareja rompe su relación. Los "cuernos" destruyen la confianza de los enamorados y los pilares sobre los que se cimienta una relación. En la mayoría de los casos las personas son infieles cuando la relación no alcanza sus expectativas, están buscando algo en la pareja que ésta no es capaz de ofrecerles. La solución, en vez de basarse en el diálogo, es una salida aparentemente más fácil o cómoda: la infidelidad.

Para las chicas:
Si vives con tu novio, observa su comportamiento, si no vuelve a casa a la hora de costumbre, si ya no existe diálogo entre vosotros, si se irrita contigo por cualquier motivo. Estas actitudes NO son síntomas de una traición, pero sí indican que algo no funciona en vuestra relación y que por lo tanto existe peligro de infidelidad.

Para los chicos: Es más difícil para vosotros saber si os están siendo infieles, puesto que sois menos observadores y os fijáis menos en cambios sutiles que sin embargo las mujeres descubren a la primera. Los hombres en general sospechan que su pareja les está siendo infiel, cuando ésta se niega a mantener relaciones como de costumbre, pero hay muchas más señales.

Descubrir que hemos sido traicionados por la persona amada siempre es una experiencia dolorosa y hasta humillante, puesto que se ponen en juego los valores que fundamentan una relación de pareja, como son la confianza, la sinceridad y el respeto.
Perdonar o no una traición depende de la persona y del tipo de relación que existe, ya sea por motivos religiosos o porque no quieren hacer sufrir a sus hijos. En el caso de las mujeres que deciden perdonar (pero no olvidar), la infidelidad suele ser un arma arrojadiza muy frecuente en las discusiones, que puede desgastar más todavía la relación.
No recuerdes constantemente la infidelidad de tu pareja, si no eres capaz de superar y olvidar, quizá sea necesario plantearse una solución tajante.

Muchas mujeres que han sido infieles se torturan porque
no saben si contárselo a su pareja, se sienten mal,
pero lo primero y más importante es descubrir el porqué
de la traición. Si has sentido esa necesidad es porque tu pareja
 no te da algo que tú necesitas y no tiene por qué estar
relacionado con las relaciones íntimas.


Debes evaluar los pros y los contras antes de decidirte a contárselo a tu pareja, puede que sólo fuera para ti una aventura que te haya hecho ver que no quieres abandonar a tu pareja; en este caso puedes volver a reconstruir tu relación. Si decides ser sincera es posible que tu pareja no pueda perdonarte y eso dependerá de lo importante que seas para él.
Muchas veces ellos deciden perdonar, pero la infidelidad estará presente durante mucho tiempo en su memoria y será difícil que vuelva a confiar en ti.

Es aconsejable buscar ayuda profesional y no depender de
los consejos bien intencionados de las amistades.

La infidelidad y sus motivos:
Las 10 razones más comunes por las que ‘ponemos los cuernos’ son resultado de la búsqueda de la satisfacción de necesidades que no encontramos en nuestra pareja.
Una de las peores traiciones hacia nuestra pareja o por parte de ella es la infidelidad. Generalmente pensamos que la persona infiel es la única culpable, sin embargo la infidelidad es el resultado de la crisis de una pareja, pues quien es infiel lo hace porque busca en otra persona cuestiones personales, emocionales o intelectuales que su pareja no le da.
La infidelidad no sucede espontáneamente, siempre hay motivos que la provocan. La lista de razones es interminable, pero los especialistas en terapia de pareja coinciden en que en todas se intenta satisfacer las carencias del matrimonio:


Las 10 razones más comunes

1. Nos sentimos devaluados. Terminado el enamoramiento, enfrentamos a la pareja real y olvidamos a la idealizada, y sus conductas no siempre placenteras en la convivencia defraudan nuestras expectativas. Si la pareja nos abandona al centrarse sólo en sus objetivos personales y no en los de ambos, y al mismo tiempo nos relacionamos con una persona distinta que nos hace sentir más valorados, la elegimos inconscientemente como nueva compañera. Principalmente para las mujeres, es muy importante sentirnos bellas y deseadas por nuestro hombre. Si no se cumple nuestro objetivo, sentimos una gran frustración y se devalúa nuestra autoestima. Una forma de sentirnos de nuevo atractivas y deseadas, es siendo cortejadas en una relación extramarital.

2. La monotonía. Cuando nuestra pareja descuida el tiempo en común por sus actividades personales y deja de tener detalles cariñosos con nosotros, sentimos que el amor se acabó, se produce un distanciamiento y nos empezamos a sentir encadenados a pasar el resto de nuestros días en una relación que ha perdido su encanto. Un matrimonio sumido en la rutina y en el aburrimiento se puede venir abajo a causa de un encuentro con un intruso que llegue y nos aborde con el misterio, encanto y riesgo de los que carece nuestra relación.

3. Una vida íntima deficiente. Este es un elemento esencial en la pareja y si éste es defectuoso, quien se siente insatisfecho tiende a buscar fuera de la relación la satisfacción que no encuentra en su pareja. Si a pesar de sentir un gran amor por la pareja, en la cama no encontramos nada excitante, nos vengamos teniendo relaciones con otra persona, porque estamos enojados con nuestra pareja que no quiere hacer el amor o no quiere llevar a cabo nuestras fantasías.

4. Personalidad infantil e inmadura, busca nuevos “juguetes” para estimularse . Les cuesta responsabilizarse de la familia y las tareas y la infidelidad es una vía de escape gratificante.

5. Buscamos nuevas sensaciones. Si se acaba la seducción del enamoramiento y se vive en el hastío de una relación, hay quienes necesitan seguir satisfaciendo su necesidad de seguir enamorados. La curiosidad de experimentar con otras personas y de vivir la aventura es un fuerte motor para buscar un affair.

6. Idealizamos a la pareja. Para continuar idealizando a nuestra pareja, muchas veces elegimos como amante a una persona totalmente opuesta. Hay quienes llevan a cabo todas sus fantasías con el amante y no con la pareja para sentir que la siguen manteniendo en el concepto de ‘decente’.

7. Química cerebral: de vez en cuando conocemos personas que de entrada nos provocan rechazo, y de vez en cuando conocemos personas que nos excitan, es una cuestión de piel. No olvidemos que somos seres animales y que la parte más antigua de nuestro cerebro controla nuestros impulsos y hormonas. Sería muy largo explicarlo, pero el efecto de las feromonas tanto en hombres como en mujeres es muy potente.

8. Sentirnos libres. Cuando la pareja es asfixiante o sentimos que estamos perdiendo nuestra independencia y estamos atrapados en una relación, intentamos sentirnos libres cometiendo actos de infidelidad.

9. Narcisismo. Para sentirnos atractivos, deseados, poderosos, interesantes, alimentamos nuestro Ego dándole una infidelidad y demostrándonos que podemos hacer lo que nos apetezca.

10. Crisis de los 40. A algunos les llega a los 35, a otros a los 50, pero hay un momento en nuestra vida en que nos empezamos a plantear todo de nuevo. ¿Qué quiero hacer con mi vida? ¿ Es este el trabajo que me gusta? ¿Es esta la persona con la que quiero estar toda mi vida?¿ Soy todavía atractivo/a?...
Las personas que están pasando “the middle life crisis” son muy propensos a las infidelidades.

La infidelidad es un síntoma de la serie de crisis por las que atravesamos como pareja. Si buscamos en el fondo, descubriremos que somos infieles cuando no encontramos en nuestra pareja lo que buscamos y nuestra relación no satisface completamente nuestras necesidades. Sin embargo, superar la crisis dependerá de la forma en que podamos comunicarnos como pareja.

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