martes, 14 de enero de 2014

CAPITULO 23: TANTAS EMOCIONES



Nos enredamos en un beso increíble lleno de pasión y de amor. Sí: ahora puedo decir que es amor, él me lo ha confesado así. Le deseo, en el sofá nos besamos y yo cojo impulso para tumbarle en el sofá. Quiere besarle cada cm del cuerpo: lamerle, succionarle, saborear su piel cálida… Se tumba encima de él y besa su cuello con ganas, le muerde, le tira de la piel del cuello como si quisiera comérselo y empieza a bajar hacia su pecho.
Silvia le tira del pelo agresivamente y entonces el gruñe porque le he hecho daño.
- Ahora te voy a castigar por haber sido tan malo.
- Mmmm, vale, castígame – responde Luke.

Se sienta encima de sus piernas y empieza a abrir los botones de su camisa lentamente. Después piensa “soy mala” y los abre a los bestia todos de golpe arrancándolos …
- Lo siento, ahora ya no te la vas a poder abrochar … si quieres quedarte a dormir mañana tendrás que ir al trabajo con una de mis blusas o sin nada.
- Estás loca, pero me encanta - dice tumbado en el sofá con la camisa completamente abierta y con una expresión totalmente encantadora.

Entonces Silvia empieza a abrir el pantalón de Luke, lentamente, mirándole a los ojos, con mirada insinuante y perversa y luego se mueve hacia atrás para bajarle los pantalones hasta los tobillos.
Se inclina hacia su cuerpo y besa su pecho suavemente. Va bajando hacia su ombligo lamiéndole sensualmente, y, por fin llega hasta su pene. Lo rodea con su lengua dibujando mil formas sobre él, no lo toca con la mano, lo hace todo con la boca, y le sujeta las piernas con las manos para que él no se pueda mover. No se lo voy a meter completamente en la boca, sólo le va a calentar (de momento). Luego le lame la puntita, ligeramente, y luego le deja y le muerde en el muslo.

Silvia se levanta del sofá y le deja ahí tumbado mientras se quito el vestido ahí en el medio del salón, sensualmente, y se queda ahí plantada mirándole y pensando cómo hacerle sufrir un poco más.
- Levántate del sofá y ven aquí 
- Él se levanta pero camina “como un pingüino” porque todavía tiene los pantalones a media pierna.
- Ajajaajajja – se ríe Silvia.
- ¿Te gusta reírte de mi? – dice él.
- Pues claro que me gusta, es mucho mejor a que tú te rías de mí – contesta Silvia, y en ese momento, de manera involuntaria e inconsciente, de nuevo las lágrimas salen de sus ojos, parece que Silvia en el fondo siente que Luke se ha reído de ella y la idea en su cabeza ha provocado de nuevo su llanto.
- No estoy bien, no estoy tranquila ni convencida. Me has dicho que me quieres, pero ahora tengo demasiadas dudas, mi cabeza me dice que no debería creerte tan fácilmente aunque mi corazón está seguro de que lo que hay entre nosotros es verdadero.… 
La cara de Luke cambia, se pone muy serio, parece que el comentario de Silvia le ha dolido..
- Ya te he dicho que te quiero, no pretendía hacerte sufrir – dice Luke.
- Lo siento, pero hasta que no la vea fuera de tu casa no me lo voy a creer. Me gustaría que te quedes a dormir hoy aquí, pero duerme en el sofá. No me siento preparada para hacerlo.
- Lo entiendo – dice Luke subiéndose los pantalones.
Silvia se pone el pijama de nuevo y se tumbo en la cama. Deja la puerta abierta, quiere ver que realmente Luke se queda a dormir.

Están los dos tumbados, Silvia en su cama y él en el sofá.
Las luces apagadas pero su respiración no se relaja, ninguno de los dos puede dormir.
- Me has roto la camisa – dice Luke desde la oscuridad de la habitación contínua.
- Ya lo sé – contesta Silvia – lo siento.
- Tienes algo que me pueda poner o pasamos por mi casa por la mañana a buscar ropa?
- No quiero que veas a Christine si puede ser. ¿Estará ahí? – pregunto.
- No lo se. Sino da igual, para ir al trabajo puedo ir con el abrigo y ya está.
- Vale – dice Silvia.


Pasan unos segundos y Luke dice:
- Tengo que ir al baño. ¿Dónde está?
- Ven a mi habitación, puedes usar el mío, no vayas a despertar a nadie.
- Ok. ¿Enciendes la luz? ¡No veo nada! – dice Luke.
- Voy – responde Silvia.
La luz se enciende y Luke está de pie en medio de la habitación, desorientado, con los ojos medio cerrados, pero con una erección enorme sobresaliendo sus calzoncillos.
Los ojos de Silvia no pueden enfocar muy bien al principio pero rápidamente se da cuenta de que realmente su pene está bien erecto, muy duro tan apetitoso .....
- ¿Qué vas a hacer en el baño? – pregunta Silvia.
- Necesito agua fría, me has calentado mucho y no hay manera de que baje … - responde Luke.
Silvia le mira. No puede dormir, y ahora que ha visto el pene de Luke apuntando al norte en medio de su habitación aun le será más difícil.
- ¿Sabes que? Que yo te ayudo. Ven a la cama. No quiero estar enfadada contigo.
- IIIUUUUHHUUUHHU! Grita Luke, y corre a la cama metiéndose de un salto y abrazando a Silvia.
- Te quiero Silvia, créeme.
- Te creo, y ahora arráncame la ropa!!! – dice Silvia riendo.

Luke tiene fuerza, coge el camisón de Silvia y lo rompe por el medio, lo parte en dos, lo destroza. El pecho de Silvia queda al descubierto, sus braguitas finas también. Luke la besa en los labios, Silvia se estremece sintiendo un intenso calor palpitando entre sus piernas. Luke le besa el pecho, le aprieta el culo, le muerde el cuello, y va en busca de un condón.
Silvia está muy excitada, se toca los pechos mientras sus piernas están como agarrotadas mientras esperan la llegada de Luke y su embestida.
- Ven, rápido, te necesito – dice Silvia.
- Sí, ya vengo “loca” – dice Luke.
- Grrr salta a la cama como un león y arranca las braguitas de Silvia de un tirón.
Con sus dedos acaricia lentamente el clítoris y los labios de la vagina de Silvia. Ella está muy mojada, siente su interior palpitar de excitación. El pene de Luke está duro y parece cada vez más grande.
- Voy a meterme dentro de ti ahora y voy a hacerte ver las estrellas – dice Luke.
- Sí, enseñame todas las estrellas, y los signos del zodíaco – responde Silvia.
- Jajajaja – dice Luke – me encantas, me haces reír mucho…
- Me alegro, pero ahora cállate que me estoy concentrando – dice Silvia.
Luke entra dentro de ella. Está bien mojada y entra fácilmente.
- Es la primera vez que lo hacemos en una cama – dice Silvia.
- Tienes razón – contesta Luke – de vez en cuando no me importa.

Silvia y Luke se deshacen en la cama, se besan y se poseen con energía y con mucho amor. Ha sido su primera pelea, ha sido la primera vez que se han dicho “te quiero” y ha sido la primera vez que han hecho las paces…. ¡ Cuantas emociones! ... 



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